el pinacate

Qué me cuentas y otros cuentos...

viernes, noviembre 24, 2006

El viejo


Aquella mañana lluviosa Él como hace setenta años se disponía a salir a sacar a pastar a sus animales todas las mañanas hacia lo mismo con mucho agrado , disfrutaba de la naturaleza y del aire fresco que se respiraba en las montañas , no tenia familia ya que toda había muerto, unos por enfermedad y otros en accidente , así que estaba solo en aquel apartado espacio.
Don Sebastián tenia muchos recuerdos muy gratos en especial le gustaba platicar a sus amigos sobre como se hizo de un viejo amigo que lo acompañaba desde su juventud , comenta que una tarde en la feria del pueblo , en donde se vendían los artículos más raros y a la vez novedosos ; él iba caminando junto a su novia , Ernestina, muchacha de bellos sentimientos y muy enamoradiza, , cuando de pronto escucho una voz que de inmediato robo su atención , fue tanto su interés que por un momento se olvido que venia acompañado y caminó como hipnotizado hacia el lugar donde provenía aquella voz , como era muy tímido, dio varias vueltas alrededor del puesto del comerciante antes de atreverse a preguntar de donde provenía esa voz , estaba muy indeciso y la enorme vergüenza que senita le angustiaba mucho , él verdaderamente quería enterarse de quien era esa voz esto lo pensaba mientras convencía a Ernestina de que lo acompañara a preguntar .
Después de una gran lucha interior entre su timidez y su enorme curiosidad , se armo de valor y con voz atropellada le dijo al comerciante
¿de dónde vienen esos sonidos? A lo que el comerciante respondió - ¡haaa! Esto es una caja parlante -¿si? Y de ¿ dónde salen las voces? , el comerciante respondió no lo sé , yo sólo la vendo y lo demás no me interesa.
Sin mediar mayor conversación y negociación Don Sebastián , le dijo que él la quería comprar, el comerciante le indico lo que debía pagar y Don Sebastián extrajo de entre sus ropas un pañuelo algo viejo , donde se encontraban todos sus ahorros .
Sin pensarlo pago lo que el comerciante le dijo y cogió la caja con mucho jubilo, rumbo a su casa se hacia miles de preguntas, no entendía como era que salieran tantos sonidos y voces de esa pequeña caja; ya en la noche junto a su pequeña lámpara de petróleo se dispuso a escuchar junto a, Ernestina, los sonidos que salían de esa caja y que robaban mucho su atención , estaba orgulloso de aquella adquisición ya que a raíz de tener ese aparato en casa sabia más , se enteraba de sucesos que se desarrollaban en otras latitudes y lo más importante cuando se sentía solo acudía a escuchar a las personas que emitían sus ideas a través de la caja y que lo mantenían informado.
Esa misma mañana el viejo ya apunto de salir dio marcha atrás , porque, la voz que emanaba de la caja atrapo sus sentidos que a la vez provoco un derrame de lágrimas sin tregua , se regocijo en el rincón justo donde estaba su mesa y se dispuso a escuchar ; la mujer narraba la convivencia de una familia , que se amaba y se apoyaba mutuamente , con este relato el viejo fue cerrando lentamente sus ojos y en la medida que él se hacia participe del relato su cuerpo iba perdiendo fuerza a la vez que su corazón dejo de latir.