el pinacate

Qué me cuentas y otros cuentos...

sábado, noviembre 25, 2006

RATT

Por: Uparsín

08:00 A.M.
El director de la estación nos ordenó poner esta mañana el nuevo disco de Ratt. Al principio me pareció un disco extraño, incluso el peor disco que había escuchado en mi vida. Con el paso del tiempo; doce horas; empezó a gustarme. Después de todo, ¿qué remedio me queda? Considerando la situación, lo mejor será relajarme y disfrutar. Nada puede ser peor: en la mañana discutí con María y me corrió de nuestra casa, con la prisa olvide desayunar y en este momento me estoy muriendo de hambre. Por otra parte, no sé si es por el coraje o porque padezco migraña desde niño, pero tengo dolor de cabeza.
Para rematar: el nuevo disco de Ratt. No hay a escapatoria, los audífonos ocupan todo el campo auditivo.
Ratt es la mejor banda del mundo y me acabo de enterar hace veinte segundos.
Felicidades, disfrútalo.

08:15 A.M.
Sesenta minutos continuos de música para ti. Esta mañana les tenemos una gran sorpresa, a los primeros estudiantes que se reporten les vamos a obsequiar una fotografía autografiada de John Ratt, vocalista de Ratt, además a nuestros “cyberamigos” les vamos a dar discos gratis… ¿Quién escribió esa basura? Nuestro guionista se ha enfermado de nueva cuenta, y no vino a trabajar. Eso es evidente. Trato de no pensar en el guión, ni en la jaqueca, ni en María. Me mantengo receptivo. Cierro los ojos y dejo que la música inunde cada rincón de mi ser. No sólo los oídos. Permito que el ruido, apodado música, toque mi alma. Jeremy Ratt, autor de todas las canciones del disco, quiso gritar su insatisfacción ante la inutilidad de la existencia, así que me dejo llevar, meditando sobre la inutilidad de su música.
Escuchando con atención, el disco es un poco peor de lo que imaginaba.
El hambre feroz y el dolor de cabeza me ayudan a volver a este mundo. Mi estómago quiere cualquier cosa, pero mi cabeza está en el punto que desearía volar a un planeta más tranquilo y silencioso que éste.
Mi profunda meditación me han permitido escapar ileso de los tres primeros tracks. No canto victoria, todavía faltan ocho.
Valor y resignación.

08:32 A.M.
El prescindible solo de guitarra de cuatro minutos de Marvin Ratt, durante el track número ocho (¿Cuál demonios es el género musical que toca Ratt?), no es suficiente para hacerme olvidar el hecho de que no hemos recibido llamadas telefónicas el día de hoy. ¿Más de media hora sin contestar el teléfono en la cabina de una estación de radio? Siempre existe la posibilidad de que tengamos tanta gente intentando comunicarse que las líneas se encuentren saturadas. ¿Y qué hay de nuestro amigo el Internet? Buena idea.
Nombre de usuario: hermanmelville.
Contraseña: XXXXXXX.
Una amistosa pantalla en blanco me saluda. Nada sirve. Hago clic en todos los puntos, oprimo todas las teclas, apago, enciendo, reinicio y vuelvo a reiniciar. No sé qué es lo que está pasando. ¿Finalmente habrá llegado el tan anunciado fin de la era tecnológica?
Una estación de radio sin acceso a Internet, ni líneas telefónicas disponibles, ¿un concepto innovador? No lo creo… Por si acaso, registraré la idea, puede funcionar como truco publicitario.
¿Ya mencioné que no he desayunado y que tengo dolor de cabeza?

08:59 A.M.
John Ratt conoció a Jeremy Ratt en un bar gay de Londres, en el invierno de 1998. El etnomusicólogo polaco, Ludwik Cezeyanko, afirma que este encuentro es tan trascendental para la música universal como el que sostuvieron Franz Liszt y Richard Wagner, en un prostíbulo bisexual de Leipzing, en el verano de 1849. Dos semanas después del encuentro, John invita a los gemelos Marvin y Melvin Ratt a incorporarse a una naciente banda, que en aquel entonces se llamaba: Your Cousin is a Ratt's Project, nombre que cambiarían por el definitivo Ratt, gracias a una demanda legal que interpuso la tía materna de Jeremy. Había nacido el cuarteto más importante de la historia del rock…. ¿En serio les pagan a los genios que redactan los libritos que vienen en los discos compactos?
El hambre, mi cabeza y el amor por María pasan a un segundo plano al verificar el resultado de nuestra encuesta de hoy: ¿el nuevo disco de Ratt, es mejor o peor que los anteriores?
Es mejor: 0 llamadas.
Es peor: 0 llamadas.
No lo sé: 0 llamadas.
No estoy de acuerdo: 0 llamadas.
Los teléfonos están muertos y el Internet no funciona. Esto se escucha muy raro. (Si trabajara en un canal de televisión, diría: “esto se ve muy raro”.) Existe la posibilidad de que el auditorio esté tan impactado por el nuevo disco de Ratt que todavía no se recuperen de la experiencia. Hay que darles un poco de tiempo.
Algo así como seis minutos.

09:05 A.M.
Y las llamadas no han llegado, tampoco los correos electrónicos. El noticiero de las nueve no empezó, los anuncios comerciales nunca fueron tan silenciosos. Estamos fuera del aire. Corrijo: estoy fuera del aire. La cabina está vacía, no hay ingenieros de sonido, ni operadores de audio. El edificio está completamente abandonado. Muerto.
Solo.

10:00 P.M.
Las computadoras y la televisión encienden, pero no tienen señal. Montones de pantallas en blanco. No hay nadie en la ciudad. Tomé el automóvil y fui por todos lados, tratando de encontrarla, de encontrarme. Tal vez encontrarnos.
No estabas, y no estarás.
Sin televisión, pero con radio. Es lo único cierto que tengo: la radio. Es fácil de seguir, pues todas las estaciones transmiten música en vivo, todo el día. Música de un solo grupo.
Camino por la calle mientras escucho mi radio portátil. Tocan un nuevo disco llamado: Are you a Ratt?
Los ojos se me cierran, mientras anhelo encontrar en el sueño, el alivio a la jaqueca, al hambre y a tu ausencia.

08:00 A.M… 20 años después.
Estuve vagando por el mundo creyendo que yo era el único ser vivo en el planeta. Me equivoqué. Un día entré a un bar gay en Londres y ahí estaban: John, Jeremy, Marvin y Melvin Ratt. No tardé en ganarme su confianza, ya que me sabía de memoria su nuevo disco, que resultó ser también el último disco que cualquier banda hubiera grabado. Lo tocaban en todas las estaciones de radio del mundo, las veinticuatro horas del día. Me invitaron a unirme al grupo, que ahora se llama: John Ratt Five. Toco el pandero. Desde que estoy con ellos desayuno todos los días, no me duele la cabeza y estoy aprendiendo a dejar de buscar a María. Mi María.
Vamos a iniciar una gira mundial.